Rosalind Franklin: Biografía


"La ciencia y la vida cotidiana no pueden y no deben ser separados."
Rosalind Franklin

Biografía


Rosalind Franklin nació en Londres en el distrito Kesington el 25 de julio de 1920. Su padre se llamaba Ellis Franklin (1894–1964), procedía de una familia de Polonia que se trasladó a Inglaterra en el siglo XVIII; hizo fortuna con los negocios. Su madre, Muriel Walley (1894–1976), venía de una familia judía religiosa y filantrópica donde algunos de sus miembros destacaron como profesores, intelectuales y parlamentarios. Rosalind tuvo otros cuatro hermanos.

Realizó sus primeros estudios en Nordland Place, un colegio mixto situado al oeste de Londres. Después lo hizo en la Escuela Lindores para señoritas en Sussex y, más tarde, a los once años, en St. Paul Girl School, establecimiento también para mujeres y de los pocos lugares donde se enseñaba matemáticas, física y química. Allí mostró interés por las ciencias, el latín y los deportes, y aprendió alemán y francés. Durante las vacaciones aprovechaba para viajar por otros países europeos.

Tras aprobar el examen de ingreso, en 1938 entró en la Universidad de Cambridge. Cursó física y química en el Newnham College. Conoció al espectroscopista William Charles Price (1909-1993), que después se convertiría en uno de sus colaboradores en el King’s College

El último año de carrera Rosalind conoció a Adrienne Weill, una refugiada francesa que había sido alumna de Marie Curie y que logró ejercer sobre ella una gran influencia aparte de ayudarle con el francés. Conoció también a William Lawrence Bragg (1890-1971), que ganó el premio nobel en 1915 con su padre William Henry Bragg, por sus contribuciones a la cristalografía de rayos X; al cristalógrafo Max Perutz (1914-2002), y al también cristalógrafo e historiador de la ciencia John Bernal (1901-1971). Este último fue posteriormente su director de investigación.

Todo esto indica que Rosalind se interesó por la cristalografía y la difracción de los rayos X cuando atravesaban un cristal de manera que cada uno de ellos deja una huella de identidad. Aplicó esta técnica al estudio de la materia convirtiéndose en poco tiempo en una reputada especialista. La segunda guerra mundial la sorprendio en Noruega, volvió con dificultades a Inglaterra y logra terminar sus estudios en 1941, aunque para esa época la Universidad de Cambridge no otorgaba el grado de licenciado a las mujeres.

Ganó después una beca para el Laboratorio de Física y Química de la Universidad de Cambridge bajo la supervisión de Ronald George Wreyford Norrish (1897-1978), ganador del premio nobel de química en 1967 por sus investigaciones sobre las reacciones químicas rápidas, quien le decepcionó por su falta de entusiasmo y su trato. Afortunadamente la Bristish Coal Utilisation Research Association, donde se investigaba la eficacia de las máscaras de gas, le ofreció una plaza en 1942. En tiempos de guerra Rosalind estudió el carbón, comparó la densidad del helio y pudo terminar su tesis de doctorado en 1945 con el título La fisicoquímica de coloides orgánicos sólidos con referencia especial al carbón. Vivió primero en casa de Adrienne Weill y después se trasladó con su prima Irene Franklin. Fue voluntaria como guardia de ataques aéreos y organizó patrullas para salvaguardar el bienestar de las personas durante estos ataques.

Finalizada la contienda mundial, en 1947 marchó a París como becaria postdoctoral al Laboratoire Central des Services Chimiques de l’Etat invitada por Jacques Mering (1904-1973). Allí perfeccionó sus técnicas de cristalografía. Aprendió a aplicar el método a sustancias que no eran cristales, como las orgánicas. La técnica consiste en aplicar un haz de rayos X a una estructura e imprimir luego una fotografía con todos los rayos que la han atravesado y que han sufrido una difracción por el objeto interpuesto. Cada sustancia produce un patrón propio. Esto permitió caracterizar muchos compuestos inorgánicos y estudiar su estructura íntima. En París fue consciente de lo que era disfrutar de la libertad lejos del control familiar. Permaneció en la capital francesa hasta 1951. Durante esta etapa publicó más de una decena de trabajos

A su regreso a Inglaterra Rosalind recibió la beca Turner and Newall para un periodo de tres años para trabajar en el King’s College, de la Universidad de Londres. En enero de 1951 empezó como asociada en la Unidad de Biofísica del Consejo de Investigación Médica que dirigía John Randall (1905-1984), un héroe por haber inventado el magnetrón, pieza básica del radar. En ese momento trabajaban en el estudio del ADN y la llegada de Franklin suponía una excelente aportación. Sin embargo, al poco de llegar su posición no estaba bien definida y no se llevaba bien con Maurice Wilkins. Rosalind tenía un carácter fuerte, Wilkins era tímido y Randall no percibió la situación

Con sus técnicas Franklin mejoró las investigaciones de Wilkins y certificó la existencia de dos estados del ADN, la A (deshidrado o forma seca) y la B (hidratado o húmedo). Debido a las malas relaciones personales, Randall dividió el trabajo. Franklin se encargaría de la forma A y Wilkins de la B

En enero de 1953 Watson hizo una visita a Wilkins en el King's College. Trabajaba en el mismo laboratorio que Rosalind. Éste, sin que lo supiera su compañera, le mostró la fotografía 51. Era clave para deducir la estructura del ADN. El patrón de manchas puso de manifiesto claramente que la molécula era una hélice. Además, tanto él como Crick, tuvieron acceso a un informe confidencial de Randall a través de Perutz. El hallazgo les orientó hacia la construcción de un modelo físico tridimensional para ver cómo podían encajar los enlaces. Probaron modelo tras modelo hasta que en febrero de 1953 encajaron todas las piezas del rompecabezas según mostraba la fotografía de Franklin. Se trataba de dos espirales girando y formando una especie de escalera de caracol. Los escalones eran las bases de las que sólo había cuatro clases y se agrupaban por pares. Cada escalón era un par. La forma aquí desempeña un papel vital en la manera de funcionar el ADN, porque la doble hélice puede dividirse perfectamente y recuperar después su forma. Se había dado el primer paso para conocer el secreto de la vida.

A principios de 1954 Rosalind colaboró con Aaron Klug (1926-) futuro premio nobel de química en 1982 por sus hallazgos en cristalografía electrónica, lo que generó una etapa de éxitos. En 1955 Franklin publicó en Nature el primero de sus trabajos sobre el virus del mosaico del tabaco en el que señalaba que todas las partículas tenían la misma longitud. Asignó luego el estudio de este virus al estudiante de doctorado Kenneth Holmes (1934-). Pronto descubrieron que la cobertura del virus eran proteínas dispuestas en forma de hélice.

Cuando Rosalind estaba en California escalando una montaña sufrió intensos dolores abdominales. De nuevo en Inglaterra acudió al médico y se le diagnosticó un cáncer. Desde entonces alternó etapas de investigación con estancias en el hospital. Sospechó que no le daría tiempo a finalizar los trabajos que había emprendido. La Royal Society le encargó una muestra para la Exposición Universal de Bruselas de 1958, pero falleció el día 16 de abril de ese mismo año sin darle tiempo a llevar a cabo el encargo.

Entre los grandes aportes que ha hecho a la ciencia Rosalind se destacan su contribución en lo que respecta al desciframiento de la estructura del ADN mediante la obtención de la fotografía 51, una imagen lograda a través de la difracción de rayos X, de los virus, y de materiales como el grafito y el carbono.

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